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7 cosas que haces todos los días y están arruinando tu salud mental

A veces pensamos que solo los grandes problemas afectan nuestra salud mental, pero en realidad son esos pequeños hábitos cotidianos los que, sin darnos cuenta, nos pasan factura. ¿Te has fijado en cómo después de un rato en redes sociales te sientes un poco peor? O tal vez ese ciclo interminable de noticias te deja más ansioso de lo que deberías. Aquí te presentamos 7 cosas comunes que probablemente haces a diario y que podrían estar dañando tu bienestar sin que lo notes.


mujer acostada en un sillón, viendo memes, y redes sociales
habitos que afectan tu salud mental

1. Deslizarte sin parar por redes sociales


Todos lo hemos hecho: abres Instagram o TikTok "solo para ver un video" y, cuando te das cuenta, han pasado dos horas. Durante ese tiempo, empiezas a comparar tu vida real —con trabajo, facturas y algún tapón en la carretera— con las vidas "perfectas" que ves en línea. Esto puede hacerte sentir que te falta algo, aunque no sea cierto. Después de todo, nadie sube fotos de sí mismos atascados en el tráfico o lidiando con platos sucios. Limitar tu tiempo en redes sociales y dedicar esos minutos a algo más saludable, como salir a caminar, puede marcar una gran diferencia en tu día.

Como cuando piensas: "Mira esa playa espectacular, mientras yo aquí, lidiando con un tapón…".


2. Dormir menos de lo que deberías


¿Cuántas veces has dicho "solo un capítulo más" de esa serie que te tiene atrapado? El problema es que ese "capítulo extra" se convierte en una noche de sueño insuficiente. A la mañana siguiente, te sientes como un zombie, porque la falta de sueño afecta tu concentración, tu humor y tu capacidad para manejar el estrés. Dormir lo suficiente es tan importante como ese último episodio que no podías dejar pasar.

Seguro te ha pasado pensar: "Ok, otro episodio… ¡pero este sí es el último!" (y spoiler: nunca es el último).


3. Hacer mil cosas a la vez (y no hacer ninguna bien)


¿Te suena familiar estar respondiendo emails mientras revisas qué cenar, planificas tu semana y te distraes con algo en redes sociales? Hacer varias cosas a la vez parece eficiente, pero está agotando tu cerebro. Esa sensación de no acabar nada se debe a que repartir tu atención entre tantas tareas aumenta el estrés y reduce la calidad de tu trabajo.

Seguro te has dicho: "Estaba haciendo una transferencia… pero también viendo qué cenar y… ¿por qué estoy en YouTube ahora?".


4. Postergar el autocuidado porque "no tienes tiempo"


El autocuidado a veces parece un lujo, pero en realidad es una necesidad. Cosas tan simples como tomar un respiro, beber agua o desconectar durante unos minutos pueden hacer maravillas por tu salud mental. Sin embargo, cuando lo postergas porque "no tienes tiempo," tu cuerpo y mente lo notan. Si puedes pasar 15 minutos viendo memes, seguro puedes invertir ese tiempo en cuidarte.

Como cuando piensas: "Me encantaría hacer yoga... pero no tengo tiempo" (mientras ves una maratón de videos de gatos).


5. Guardarte las emociones porque "no es el momento"


Alguien te molesta o tienes un mal día, pero decides tragarte las emociones porque "no es el momento" de hablar de ello. El problema es que esas emociones no desaparecen, se acumulan hasta que explotan en el momento menos esperado. Un día, sin previo aviso, te encuentras desquitándote con el pobre delivery, que no tiene la culpa de nada. Expresar lo que sientes de manera adecuada te ayudará a evitar esos momentos de explosión emocional.

Seguro alguna vez has dicho: "No pasa nada..." (mientras golpeas el teclado con más fuerza de la necesaria).


6. Ser adicto a las noticias (y no precisamente buenas)


Estar al tanto de lo que ocurre en el mundo está bien, pero estar pegado a las noticias negativas todo el día puede ser contraproducente. ¿De verdad necesitas saber cada detalle de cada evento catastrófico al minuto? La sobreexposición a información negativa aumenta la ansiedad y te deja con una visión pesimista del mundo.

Como cuando empiezas diciéndote: "Solo voy a revisar los titulares..." (y horas después piensas: "¿por qué todo va tan mal?").


7. Aislarte porque "necesitas espacio"


Un poco de tiempo a solas es saludable, pero aislarte por completo durante días puede afectar tu salud mental. Las interacciones sociales, aunque sean breves, son clave para mantener tu bienestar. Desconectarte del mundo de forma prolongada puede hacer que te sientas solo o desconectado. Así que, la próxima vez que digas "hoy no salgo", piensa si realmente lo necesitas o si solo estás evitando la interacción.

Y todos hemos dicho alguna vez: "Hoy no puedo, estoy muy ocupado" (mientras en realidad estás viendo memes en el sofá).


¿Y ahora qué?


No te preocupes, todos hemos caído en estos hábitos en algún momento. Lo importante es reconocerlos y hacer pequeños cambios para mejorar tu bienestar. Limita el tiempo en redes sociales, prioriza el descanso, busca momentos para reconectar con los demás y cuida de tu salud mental como lo harías con cualquier otra parte de ti. ¡Al final, es la suma de las pequeñas cosas lo que marcan una gran diferencia!

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